El silencio del río: lo que no debemos callar.
En el marco del quinto día del Festival DOQUMENTA, la Cineteca Rosalío Solano se ve engalanada por “El silencio del río” un documental dirigido por Rogério Soares, como parte del programa Hábitat. Este título expone la terrible situación por la que está pasando gran parte del amazonas, en especial, nos relata la historia del río Xingú, ubicado en el estado de Pará, Brasil. En este río, se hizo una inversión millonaria para construir la represa Belo Monte, la cual funciona como una central hidroeléctrica.
Soares muestra el caso de cuatro mujeres madres de familia, las cuales luchan contra el desalojo, la nostalgia y la impotencia. Mujeres indígenas fuertes, que anteponen a su familia por encima de toda ley y ellas son las que nos muestran que los daños colaterales de la construcción de la represa son inminentes y muy desalentadores. Desde la madre que lucha para permanecer en su hogar, hasta la que extraña y añora los días de pesca en el río. Esto, aunado a la gran ola de violencia en Altamira, hace de su situación aún más difícil de lo que aparenta.
La lucha de desigualdad que existe entre la explotación de los recursos naturales para el bien económico de unos cuantos, contra la de los pescadores y tribus indígenas que viven de la selva, hace una gran brecha para la conservación del medio ambiente y los derechos humanos.

Con una excelente fotografía, Soares nos retrata un panorama inminente de crisis, desde ecológica, hasta humanitaria. Justamente siendo un tema que da mucho de qué hablar en esta semana, se sintió una atmósfera reflexiva en la sala, una tensión creada desde la impotencia. Es, sin duda, una situación sumamente triste, pero cierta. El director nos invita a conocer las voces que han sido silenciadas, las que no debemos callar y a cambiar la perspectiva que tenemos sobre las personas marginadas. La realidad no podemos cambiarla, pero podemos cambiar cómo la vemos y difundir este mensaje que es tan poderoso.
Michelle R.
23 agosto 2019