Entre fantasmas y migraciones: La

inexplorada historia de la identidad

mexicana – japonesa

“La convergencia fue el silencio, ¿cómo hablas de eso?”

México, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los destinos elegidos por las familias mexicano-japonesas protagonistas de Yūrei (Fantasmas), un documental que busca respuestas sobre el silencio que prevalece entre los migrantes japoneses y sus descendientes nikkei, desde Ensenada, Baja California, hasta Tapachula, Chiapas.

Sumie García, cineasta y artista plástica de origen japonés, proyectó su ópera prima el 8 de agosto en la duodécima edición del Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción DOQUMENTA, para explorar con profundidad la construcción de la identidad de la comunidad nikkei a lo largo de México.

El mayor reto que enfrentó la directora de Yurei fue la escasez de información y la ausencia de otros materiales sobre este tema. Por esta razón, la colaboración de la antropóloga y curadora Dahil Melgar Tísoc, experta en el tema, fue vital para orientar el proyecto, permitiendo que se consumara en una exploración íntima, geográfica y coreográfica del colectivo japonés en el país; mismo que, hasta entonces, aún desconocía algunos vestigios de su propia historia:

“No me asumía yo como nikkei, como persona japonesa-mexicana. Entonces, creo que, al verles y escucharles, y al notar muchos paralelos entre quiénes son ellos y quién soy yo (aunque vivan en Tapachula o Ensenada y yo en Ciudad de México), vi tantas similitudes en las maneras en que hacíamos cosas o pensábamos, o en las historias que contábamos, que lo que aprendí —que es lo más valioso, creo yo, en mi vida— es un autoreconocimiento de quién soy y de dónde vengo”, vulneró la autora. 

Asimismo, reconoció que atravesó procesos que continuaban resistiéndose a lo que podía nombrar con el lenguaje: “…las experiencias eran tan individuales, y luego las convergencias se daban en cosas tan efímeras como recuerditos o la comida, la cual se volvió uno de esos centros muy importantes. La convergencia fue el silencio, entonces, ¿cómo hablas de eso?”

Uno de los momentos más conmovedores para la directora fue la exploración del concepto de las picture brides, mujeres japonesas que llegaron a México para casarse con hombres a los que apenas conocían. La directora se vio conmovida por las palabras de Alicia, una de las entrevistadas, quien reflexionó sobre la importancia de entender de dónde vienen las mujeres para comprender sus caminos por los senderos -ahora más abiertos- de la libertad.

Para la directora, es sumamente importante descentralizar el cine, y en particular el cine documental, porque siente que este último ofrece un espejo de quiénes son identitariamente las personas: “Para mí, la no ficción es todo. La mayoría de lo que consumo y de lo que hago es no ficción. Creo fielmente que la realidad es mucho más extraña, compleja, hermosa, interesante y conmovedora que cualquier cosa que podamos imaginar. Por eso, dar espacio para exploraciones que nos permitan ver el mundo de manera curiosa y creativa, con una curiosidad profunda, es lo que puede llevarnos a entender mejor el mundo y a nosotros mismos. También crea puentes empáticos para mejorar cómo vivimos”. 

#MundosQueNosConMueven